La denominación será “SanCor Capital” y fue avalada por unanimidad por los delegados presentes en Suchales esta mañana. Ahora todo depende del desembolso que haga o no el Banco Nación por 60 millones de dólares, según las pretenciones de los empresarios amigos del Gobierno que promueven esta acción.
Por Elida Thiery (Agrofy News) - Este viernes por la mañana y hasta después del mediodía tuvo lugar en la sede central de SanCor CUL una asamblea extraordinaria donde el único tema a tratar en la convocatoria fue la opción de un fideicomiso.
Derivada de la intención de un grupo de empresarios allegados al Gobierno Nacional, que no están relacionados con el sector lechero, la iniciativa era contar con el aval de los socios tamberos, a través de sus delegados, para poder avanzar con el pedido de fondos a partir de los cuales se pueda expandir en cierta forma el proceso, pero también facturación de la cooperativa.
En la asamblea estuvieron presentes los delegados de los productores y los integrantes del Consejo de Administración de SanCor, donde se brindaron detalles de las propuestas, pero también de las condiciones y negociaciones del caso, que dependen de la voluntad de quienes estuvieron presentes, pero también del futuro ingreso de divisas.
La votación fue positiva, por criterio unánime de los delegados presentes, por lo cual se procederá a la conformación del fideicomiso “SanCor Capital”.
Los operadores de los empresarios allegados al Gobierno Nacional, así como los del sindicato Atilra, dejaron trascender detalles de este fideicomiso, que tendría un 80 por ciento a cargo de los empresarios, siendo el restante 20 por ciento de SanCor, aunque las cifras sobre la necesidad de fondos y las deudas de la Cooperativa siempre estuvieron infladas, para asegurar así un negocio para quienes intentan emprender esta aventura en un sector que desconocen.
En los últimos dos meses se tendió a acelerar de manera muy notoria el avance de esta idea, planteando urgencias que en la Cooperativa no existen como tales, ya que la situación financiera es constante. Entran en juego aquí las influencias de determinados funcionarios nacionales, pero también de altos referentes políticos de la provincia de Santa Fe, así como la presión que el propio gremio ejerce para asegurarse un mayor plafón en la conducción nacional.
La intención se planteó en generar un fideicomiso a 15 años, donde en el primer tercio del plazo SanCor se quedaría con las utilidades, en los tres años posteriores esa capacidad se recortaría al 50 por ciento y hasta su conclusión la Cooperativa aprovecharía sólo el 20 por ciento de las ganancias, quedando el resto en poder del grupo.
Lo que está claro es que esto no se hace por altruismo y con la voluntad de colaborar con el movimiento cooperativo, sino que tiene una intencionalidad de generación de fondos para los privados que no están dispuestos a arriesgar un sólo peso de los propios.
El proyecto que depende pura y exclusivamente del dinero del Banco Nación tiene a Marcelo Figueiras, José Urtubey y Gonzalo Scaglione, reunidos por el asesor lechero Jorge Estévez, además del abogado Leonardo Salvatierra como directores, junto a uno más que sume SanCor y el séptimo por parte de Atilra, aunque con una modificación incómoda para el sindicato que es la de no participar como accionista, supuestamente quedando al margen de cualquier ganancia.
Este resultado es el que permite operar sobre el tema, gestionar los fondos, porque es la dependencia del desembolso del dinero que no contará de forma alguna con aportes de estos privados, sino que se pretende que el Banco de la Nación Argentina disponga de al menos 60 millones de dólares, que en definitiva son dineros públicos para esta hazaña.
Sin la llegada de los fondos a mediano plazo, esta aprobación no tendrá validez alguna, no podrá ponerse en marcha.
Los interrogantes que quedan para adelante son, ¿si la banca pública no pudo antes brindar ayuda a la Cooperativa luego de su completa reestructuración, debería hacerlo ahora y de manera tan apresurada?. Luego de la mala experiencia de préstamo de fondos a la cerealera Vicentín, que tiene a muchos funcionarios del banco cuestionados incluso por la Justicia, además de no poder aún definir la forma de cobrar las acreencias, ¿correspondería ahora y en un plazo de pocos meses salir a delegar el manejo de dineros públicos para tal fin?.
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