La proyección está dada en ocho toneladas cosechadas por hectárea, creciendo por encima del 50 por ciento respecto a los resultados del ejercicio anterior.
La cosecha se extenderá en unas siete millones de hectáreas, el uno por ciento más de lo que se coonsideraba el mes anterior y cuatro puntos porcentuales más que en 2022/2023.
El USDA explica que la siembra de fines de septiembre se extendió hasta el cierre de febrero. En este marco, la Bolsa de Cereales Buenos Aires incrementó su pronóstico para el área sembrada hasta 7,2 millones de hectáreas, con un abandono del tres por ciento del área.
Las lluvias ocurridas en la principal zona productiva del maíz estuvieron por encima de lo esperado, sin embargo llegaron a tiempo para frenar el impacto de las altas temperaturas que se dieron en un plazo particular del verano, entre fines de enero y comienzos de febrero. De todas maneras indicaron que aún resta un mes definitorio para el cultivo en cuanto a las condiciones climáticas.
En cuanto al algodón se remarca una caída del seis por ciento, respecto a enero, aunque con un despegue del 37 por ciento en alza desde el año pasado.
Esta sería la segunda cosecha más grande, desde la campaña 1995/1996. Serían 1,60 millones de toneladas, con rendimientos que llegan a 622 kilos por hectárea, en una superficie estimada de 560 mil ha, que se expandió al nueve por ciento desde el año pasado. Santiago del Estero, Chaco, Santa Fe, Salta y San Luis, se reparten los mejores resultados.
El informe del USDA destaca una caída de un millón de toneladas desde el mes pasado y cuatro millones menos desde la campaña 2022/2023 en Brasil para la soja, con 155 millones de toneladas totales a recolectar en 45,9 millones de hectáreas, siendo la menor campaña en siete años. El maíz generaría 124 millones de toneladas este año, nueve por ciento que el registro récord de 2022/2023.
En India será una gran campaña la de la colza, con 12,5 millones de toneladas, creciendo seis por ciento desde el año anterior y duplicando las cifras obtenidas en 2015.
En Rusia el trigo estará un 15 por ciento por encima de la producción promedio de los últimos cinco años, mientras que el maíz daría 16,6 millones de toneladas, creciendo cinco por ciento desde la campaña anterior y 18 por ciento sobre el promedio del último quinquenio.
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