En todas las categorías los precios treparon 5,5 por ciento, llegando en promedio a 3.920 dólares por tonelada, siendo el evento 362, el que realmente permitió despegar, aunque ya lo precedían dos subastas que habían hecho trepar 0,9 por ciento los valores, desde el inicio de julio.
Lo único que bajó fue el queso cheddar (-0,2%) hata 4.2724 dólares. La manteca en polvo no tuvo valores disponibles.
La seguidilla de subas estuvo escalada desde el 2,7 por ciento de la lactosa (945 dólares la tonelada), la manteca (3,7%; 6.706); la leche descremada en polvo (4%; 2.636); la grasa anhídrida de leche (4,8%; 7.244) y la muzzarella con un alza de cinco puntos, hasta 4.810 dólares por tonelada.
Claramente fue la Leche Entera en Polvo la que se destacó ampliamente, más allá de ser el commodity sectorial. Con un alza repentina de 7,2 por ciento, ahora la tonelada de producto se vende desde Nueva Zelandia a 3.482 dólares, levantando las pretensiones del resto de los mercados, pero sobre todo del argentino, donde siempre la cotización es más elevada. Así la LEP está en el nivel más alto del último año y alcanza una recuperación similar a la de octubre de 2022, cuando ya estaban en baja los valores, después del pico histórico de marzo de ese año, en 4.757 dólares.
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