La cooperativa láctea SanCor presentó el lunes el pedido judicial para iniciar un concurso de acreedores, buscando regularizar su situación crítica después de décadas de desaciertos.
Por Elida Thiery (Aire de Santa Fe) - Con la finalización de la feria judicial de verano, este lunes 3 de febrero SanCor Cooperativas Unidas Limitada avanzó con el pedido de apertura del concurso de acreedores, luego de décadas de conflictos administrativos y económicos, que se incrementaron en los últimos ejercicios.
La empresa con base en la ciudad de Sunchales, quedó a partir de un sorteo, en dependencias del Juzgado de Primera Instancia de Distrito en lo Civil y Comercial de la Cuarta Nominación de Rafaela.
Si bien los plazos que pueden determinar la aceptación de la medida solicitada pueden extenderse por varios meses, para luego tener la denominación de un síndico que pueda hacer un detalle exhaustivo de deuda y su posterior proceso de acuerdo con los acreedores, la empresa ya comenzó a trabajar de forma recortada, para evitar una mayor suma de pérdidas.
De todas maneras, el juez ya hizo los primeros movimientos.
Guillermo Vales determinó que se suspendan todos los cortes de servicio que puedan estar en curso para la Cooperativa, e incluso que se deben restituir los que se hayan interrumpido, como es el caso de Cooperativa de Provisión de Obras y Servicios Públicos Balnearia Ltda, en la planta de esa localidad.
Del mismo modo, fuentes judiciales confirmaron a este medio que dispuso que la Aduana no puede suspender del registro de importadores y exportadores a SanCor, para no interferir en los negocios que tiene la empresa en curso, con lo cual se puede mejorar el ingreso de fondos para posteriores pagos pendientes.
En el recorte de puestos de trabajo que en diciembre contaban a 1.350 personas, con despidos de las últimas semanas, retiros voluntarios y jubilaciones, SanCor inició febrero con 850 trabajadores, para procesar entre 160 y 180 mil litros, pero ahora con tareas puntuales por planta, a medida que la demanda de producto lo requiera. Esto significa también la compra puntual de materia prima y con pago a corto plazo, anuncio que ya tuvo efecto en productores dispuestos a retornar con suministro de leche cruda para producción.
Con San Guillermo cerrada de forma definitiva y sin actividad en el Centro de Distribución en el Acceso Norte a Buenos Aires, donde se dio la única protesta por los cesanteos, se irán activando esporádicamente las plantas de Gálvez, Devoto, Sunchales, La Carlota y Balnearia.
Este formato de tareas tiende a reducir costos y gastos, con mucho personal bajo el formato de jornada libre, sin asistencia al puesto laboral y cobrando el 75 por ciento del salario, aunque con la demora que se sigue registrando desde octubre, al igual que sucede con los socios-productores en los tambos.
La decisión de avanzar hacia un concurso se da para evitar el quebranto, para ordenar los números y la crisis vigente, porque ya no se podía volver a utilizar el formato de Acuerdo Preventivo Extrajudicial. Es así que SanCor resigna su orgullo, la creencia de grandeza que ya no es tal, pero no puede salir de la maraña de presiones que históricamente ejerció la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina.
De SanCor depende la continuidad del poder de Héctor Ponce en el sindicato que tendrá elecciones entre agosto y octubre próximos.
Es por eso que no hay una manifiesta defensa de diversos derechos de los trabajadores, de la exposición de situaciones que se fueron dando con el deterioro en sus condiciones, e incluso es Atilra quien facilitó los nombres de los despedidos, sin ser ninguno de los que bloquearon a la Cooperativa durante diez meses desde el 17 de octubre de 2023, personas que terminarán cobrando el 50 por ciento de las indemnizaciones, por estar todo argumentado en el artículo 247 de la Ley de Contratos de Trabajo.
Al momento no habría formalidades sobre el interés en cuanto a la compra de plantas o marcas que sigue poseyendo la cooperativa. Tampoco hay claridad en la gestión y avances en cuanto a la llegada de un inversor.
Apabulla la idea de entrar en una cooperativa endeudada, con altos costos laborales y productivos, con la faltante de mantenimiento en las diferentes plantas, pero sobre todo lo que espanta es la influencia del gremio en cada definición y el acumulado de decisiones erradas en cuanto a la administración de los últimos años.
Lo que necesita SanCor es que quien llegue a invertir fondos lo haga para un beneficio conjunto, para el crecimiento de la empresa en todo sentido y de sí mismo, en un momento de oportunidades para el sector lechero, a pesar de la temporalidad adversa para el tipo de cambio y al exportación.
De ser una inversión puntual para la generación de productos a modo de fazón, no se conseguirá más que una extensión de la agonía, para una empresa que precisa recobrar cierta normalidad perdida hace casi tres décadas.
Comentarios